Vox despeja el camino a Ayuso tras su error en la negociación de los presupuestos

«Andalucía marca un punto de inflexión», señala un destacado miembro del Partido Popular (PP) de Isabel Díaz Ayuso en referencia al papel que Vox podría desempeñar en la Comunidad de Madrid tras las próximas elecciones autonómicas y municipales. El último error de la formación de Rocío Monasterio en la Asamblea de Madrid, que no pudo negociar ninguna partida presupuestaria debido al registro fuera de plazo de sus enmiendas, ha dejado al PP en una posición libre para afirmar que las políticas implementadas solo llevan la impronta del PP y que la influencia de Vox ha sido nula.

La argumentación que Vox ha proporcionado al PP, con miras a las próximas elecciones, no se debe únicamente al error de presentar las enmiendas tarde, sino también a su resignación y renuncia a presionar al Ejecutivo regional, asegurando que se abstendrán en la votación del 22 de diciembre (permitiendo que Ayuso apruebe sus presupuestos). Argumentan que no desean estar en la foto junto a los grupos de izquierda, según explicó su portavoz adjunto, Iñigo Henríquez de Luna.

A pesar de las críticas de Vox sobre el proceso de negociación presupuestaria, considerándolo «humillante» para sus votantes, la formación optó por no presentar enmiendas en el plazo adecuado, evitando así poner en peligro el proyecto del PP. Este enfoque, sin embargo, ha sido considerado como más peligroso para Vox que votar junto a partidos de izquierda. Las similitudes con la situación en Andalucía están presentes en la derecha madrileña, tanto en el PP como en Vox.

Vox alega un «error informático» como la causa del registro tardío de las enmiendas y sugiere que, de haberlo deseado, el PP podría haber permitido el debate de las enmiendas. Sin embargo, fuentes de la dirección nacional de Vox reconocen que el mensaje enviado a sus votantes «es muy malo», especialmente en un territorio donde competir con Ayuso es complicado.

A unos días de la votación de los presupuestos, Vox se encuentra en un territorio complicado, tratando de equilibrar la defensa de sus principios con la necesidad de mantener buenas relaciones con el PP. A pesar de que Vox y el PP han negociado los presupuestos desde octubre, la formación de Santiago Abascal optó por no presentar enmiendas en el plazo adecuado, evitando así poner en peligro el proyecto del PP.

El PP está aprovechando la situación para desacreditar a Vox, argumentando que la situación demuestra que Vox no es un partido serio y eficaz para lograr sus objetivos. Utilizando cifras y argumentos, el PP critica la falta de impacto de las enmiendas de Vox y pone de manifiesto la diferencia de enmiendas presentadas por otros partidos.

La situación plantea un escenario político complejo en la Comunidad de Madrid, donde el PP busca consolidar su liderazgo sin depender de Vox, mientras que Vox se esfuerza por mantener su posición y defender sus principios, equilibrando alianzas y estrategias políticas.